Hundido de Armallones

En las estribaciones del Parque Natural del Alto Tajo, cerca de Alcolea del Pinar, tenemos el Hundido de Armallones, una grieta profunda en la tierra, por donde transcurre el río tajo, en sus primeros kilometros tras nacer.
     
Antes de llegar , decidimos pasar la noche en el área de autocaravanas de MEDINACELI, a la sombra del magnífico arco romano del siglo I, que preside la entrada de este precioso pueblo, quizá uno de los más bonitos de Castilla y tan cerca y tan a mano, para visitarlo.

Un área muy tranquila, con unas vistas impresionantes, a lo lejos la A-2 y por otro lado la A-15, la carretera de Soria. El área está muy limpia y muy cuidada, merece la pena usarla.

Estamos a escasos 60 kilometros de OCENTEJO, que es el pueblo que da entrada a la ruta del hundido de Armallones.
Por fin, volvemos a tener los kioskos de informacion de la Junta de Castilla la Mancha atendidos por los especialistas, por fin hemos dejado atrás los años de Cospedal y sus cierres de los centros .Tomamos buena nota de toda la informacion de la ruta que vamos a iniciar, y además de otras rutas que tenemos muy cerca.

Dejamos la auto en un pequeño aparcamiento junto a unas mesas y unas barbacoas, justo enfrente de la caseta de informacion, y donde comienza la ruta.
Son unos 8 kilometros, ida y vuelta por el mismo camino, pero podemos alargar la ruta hasta llegar a unas salinas romanas abandonadas. El camino no tiene dificultades, salvo algun pequeño repecho, esta ruta es una de las llamadas GEO-RUTAS, porque está marcado por hitos que enseñan diversas temáticas de geología, realmente muy educativo y bien explicado.

Apenas pasados los dos kilometros, ya vemos en la lejanía las impresionantes paredes rocosas del hundido, por donde sobrevuelan buitres, águilas y multitud de aves.

El camino transcurre en bastantes momentos por sobras de pinos y alcornoques, aunque hoy hace un día de calor, quizá el primero que tenemos en esta primavera. El agua corre alegre por su cauce, en muchos lugares desbordado por los deshielos y las lluvias de la noche pasada.

Con el rumor del río Tajo, transcurre todo el camino, muy por encima del cauce, y tan solo casi al final del trayecto tenemos la oportunidad de acercarse al agua, que corre con una fuerza tremenda.
El regreso al pueblo, no tiene mayor problema que desandar el camino hasta Ocentejo.

Estamos cerca de la hora de comer, y un señor nos dice que a unos 3 kilometros hay un área de recreo junto al río... así que hacia allí nos dirigimos, con mesas y bancos de piedra, a orillas del Tajo...en una sombra   realmente contundente y la cual se agradece profundamente, tenemos mesa en el mejor restaurante que se puede uno imaginar....

Sigue sorprendiendo siempre el Alto Tajo, y este Hundido de Armallones, no defrauda a nadie... una buena ruta para un fin de semana, solo hay que tener cuidado con el calor...